sábado, 10 de marzo de 2012

SIGUE SIN LLOVER

Y se nos secan  los ojos de tanto mirar a ese cielo tacaño que no acaba de encapotarse y dejar que la vida llegue hasta el suelo en forma de gotas.  Son tantos meses sin ver llover que como dice la alcaldesa de Gradefes:  "El paisaje de nuestros campos está dormido, aletargado en una somnolencia resignada y a todas luces extrema. Los colores se están apagando poco a poco, reduciéndose a un tono pajizo moribundo. La poda esmerada de los árboles, espera ansiosa su turno para abrirse camino a la explosión de la primavera. La preparación de los jardines parece buscar su hueco en esta marea de calor seco."
Y lo peor de todo: que no se esperan cambios inmediatos. Por si no fueran suficientes las penurias de esta maldita crisis,  hasta agua nos abandona.  Mientras los campos se secan, las ciudades nos envenenan los pulmones.

Pero vaya,  hay que seguir.  Y como dice el refrán, "al mal (buen) tiempo buena cara".  Saquemos del baúl viejos recuerdos y sonriamos un poco.  Esta es una historia tan  disparatada como cierta que me contaron hace  tiempo y que, ahora, me envía una amigadefresno.  Aunque muchos lo leerían, en su momento, en el periódico, aqui lo tienen tal cual se publicó en 2001.


Por cierto, el pecado de la codicia aparece en todos los conflictos de nuestro pueblo.  Si allá por 1712, nuestros abuelos tuvieron que pagar más de 800.000 maravedíes al avaro del rey  para poder  emanciparse del cocioso conde de Valencia,  a D. Getino también se le fue un tanto la mano con los honorários de la operación.  Claro que, para cobrar, tuvo menos fortuna que el rey.  Por algo el enfermo era maestro de primeras letras.

Finalmente decir que es una satisfacción saber que los cazadores cuidan del equilibrio entre zorros y conejos...Quizá...



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