domingo, 19 de junio de 2011

EL DIA DE LA LENGUA ESPAÑOL-FRESNO Y FRESNO-ESPAÑOL



Ayer se celebraba en todo el mundo el día del español,  el idioma español,  y con este motivo el Instituto Cervantes, organismos lingüísticos de de otros países  hispanos, universidades, academias de la lengua y personalidades de la literatura en español se prodigaron en actos de  reconocimiento a un idioma que sirve para que nos entendamos más de 400 M de personas que la tenemos como lengua materna y hasta 700 M si incluimos a los que lo tienen como segundo idioma.

Como el español no se habla igual en todas partes, cada quien siente pasión por la forma de hablarlo que asocia con sus primeras palabras. Aunque sean palabras incorrectas, deformadas o empleadas fuera de contexto,  palabras que solo tienen significado en el pequeño ámbito de los recuerdos de nuestra niñez y de nuestro lugar de procedencia,  son palabras que nos acompañan y cada vez que surgen nos producen el inmenso placer de disfrutarlas aunque no las podamos compartir con nadie.  No digamos la complicidad que se crea y la risa que nos  provoca cuando, fuera de su lugar natural,  alguien utiliza una palabra o una expresión que a nosotros nos es familiar pero que para los demás es chino.   Como ejemplo contar que en cierta ocasión  iban en un taxi de  otra ciudad  dos personas de Fresno y estando cerca del destino una de ellas echó mano a la cartera con intención de preparar el pago del trayecto.  La otra que ve la maniobra dice: “oye, para, para”.  El taxista,  que no conocía el idioma de nuestro pueblo,  paró.  Y las dos personas de Fresno:  “siga, siga que todavía no estamos”.  El taxista arranca y a los cincuenta metros una de las dos personas repite la operación de la cartera y la otra:  “ oye, para, para”.  Y el taxista vuelve a parar.  Y las de Fresno: “pero siga,  usted siga que todavía falta”.  Y el taxista:  “¿Me quieren decir de una vez si tengo que seguir o tengo que parar?.  Y las de Fresno: “pero que no hombre, que con usted no va”.   
Bueno,  como este sentimiento lo tenemos muchos,  para celebrar el día del español-fresno vamos a recuperar un artículo divertidísimo, interesante y magistralmente escrito por Natalia Bodega Morán y publicado hace unos meses por La Crónica de León.  Aunque el artículo tiene como punto de arranque otro asunto,  la verdadera intención de la autora es reivindicar el habla del pueblo,  del nuestro.





Así hablamos en mi pueblo, Fresno de la Vega
Natalia Bodega Morán
"En estos días la RAE acaba de hacernos saber que la letra ‘Y griega’ pasa a denominarse ‘ye’, que la ‘ch’ y la ‘ll’ van a desaparecer y nuestro querido alfabeto ya no tendrá 29 letras como ahora, sino 27. Estos son algunos de entre otros muchos cambios a los que tendremos que enfrentarnos a la hora de expresarnos, tanto por escrito como oralmente.
Por ese motivo, yo me acuerdo aún más del vocabulario que “los de pueblo”- y lo digo con mucho orgullo-mamamos desde siempre. Todavía hoy en día, cuando nos encontramos en determinadas situaciones, podríamos decir otras palabras más cultas, pero nos vienen a la cabeza y en ocasiones a la boca, los términos más coloquiales y conectados a nuestra tierra; términos que nuestro cerebro sigue guardando en un recóndito rincón y que cuando menos te lo esperas te conectan con tus raíces.
En la zona de mi pueblo, Fresno de la Vega, usamos un sinfín de palabras que, a pesar de los distintos cambios que “Los Sabios de la Lengua” quieran realizar, siempre permanecerán inmutables, siendo testigos de nuestros orígenes lingüísticos -que podrán parecer más raros o menos raros- pero que son los nuestros.
Yo recuerdo que cuando era pequeña, mi abuelo me decía si me atragantaba con algo: “¡Ten cuidado hija, no te vayas a añusgar; es que tenemos un garguelo muy pequeño!”. También aquellas ocasiones en las que mi abuela me daba algún que otro cotino, que ahora recuerdo con cariño.
O cuando los hombres y también las mujeres (porque en Fresno de la Vega , las mujeres también han trabajado y siguen trabajando mucho) llegan a casa y no pueden apenas sentarse de lo que les duelen los cadriles, mientras se ponen las alpargatas y se preparan para llenar la andorga, comiendo unos buenos pispiernos después de haberlos escogollado bien, acompañados por unos corruscos de pan.
Yo he visto a mi madre recoger burrajos de la calle, cuando pasaban las caballerías por la puerta de casa, para abonar los tiestos; también había gente que usaba burrajos, pero de vaca, para echarlos a la lumbre y contener las llamas y el calor, ya que tenían paja.
Antes no barríamos el patio, sino el corral, ni llevábamos agua en el cubo sino en el caldero, ni usábamos el paño de cocina, sino la rodilla o rodea. ¿Y quién no ha visto achismar o cucear a alguien que todo lo quiere saber?.
Si alguien nos llama, haragán, cencerro, cenutrio, farolero, farruco, gamusino, garduño, gilorio, gito, gusmio, muso, maula, no es nos quieran bien precisamente.
Todos en Fresno sabemos lo que es un acusica, un sansirolé o un saltipajo; o ahora que ya nos llegan los fríos, quien no se libra de un romaízo, mientras su nariz no hace más que sornear.
Así podría continuar con un sin fin de términos que estoy segura que, el que más o el que menos, conoce e identifica con algún momento especial o significativo en su vida, tales como: pestorejo, remuldiar, pusla, pispajo, mudadal, margacena, jurraspia, hozar, furrular, chisquero, escuilla, empapuzar, embiscar, columbreta, caganetas, achiperres, telares, rezungar…
Uno puede ser muy culto conociendo y usando correctamente la lengua, pero no lo es completamente cuando no reconoce o reniega de sus orígenes lingüísticos. Animo a todos y todas a que uséis los términos aprendidos en vuestra infancia y a que preguntéis si no entendéis algo, porque esa es la manera en que nuestros antepasados y abuelos siempre estarán vivos en la memoria."



En fin, que después de leer esto nos remontamos a aquellos días en que hacíamos una altanada y nuestro padre nos daba una carrillada,  claro que si el asunto era grave nos podía dar una panadera.  Además teníamos la costumbre de comer los tallos de las berzas y se nos llenaba la nariz de narrios verdes y espesos que o limpiábamos con el moquero o se nos  veían los velandones y si se secaban había que sacar las cascarrias.  Claro que como nos vieran en esta operación la pregunta ya la sabíamos: ¿Vas al cine?.  Nuestra reacción...emburriar al impertinente.





martes, 14 de junio de 2011

FELIPE

FRESNO DE LA VEGA

Una vida esculpida en madera


                                   

Las maquetas de los barcos Victory y La Bounty

En Fresno es Felipe y estamos muy acostumbrados a ver sus obras expuestas en la Feria del Pimiento, en exposiciones que nos regala de cuando en cuando, en la feria de artesanos del Cristo de Valencia…y en casas particulares, en el salón de plenos del ayuntamiento, etc. Es así como poco a poco nos vamos habituando a sus barcos, escudos y arcones como si fuesen algo común cuando la realidad es que se trata de la extraordinaria obra de un artista. Como extraordinario es que alguien convierta un entretenimiento en la pasión de su vida, una afición en arte.

Durante un tiempo tuvo, junto con sus hijos, una ebanistería de la que salieron mesas de comedor, puertas y, por ejemplo, la espléndida balaustrada de la escalera del ayuntamiento.

Pero, sin duda, lo que más interés despierta de su obra es la talla, las maquetas de barco (entre otras de la Bounty y el Victory que capitaneó el Almirante Nelson en las batallas de la Guerra de Independencia americana, durante la Revolución francesa y en las guerras napoleónicas), la imaginería y las esculturas. En lo que se refiere al trabajo de tallar, se prodiga en los escudos ciudad  y muchos pueblos de León y Asturias lucen en sus casas consistoriales réplicas en maderas nobles salidas de la mano de Felipe.

No es el único, en Fresno, que como decimos ha sabido convertir una afición en arte y que es conocido y explica y enseña su obra en eventos importantes. También otros como Félix Morán y Jesús Gonzalez exponen sus obras, pero Felipe fue noticia la semana pasada por hacer entrega del escudo de Valencia a su ayuntamiento y en fecha a determinar hará una exhibición con sus barcos (estaremos atentos para dar detalle).

 
Así relata la Crónica de León el acto de Valencia:
Felipe Fernández Pérez, 74 años, se encuentra en el grupo de artesanos destacados de la comarca de Valencia de Don Juan después de su continuada dedicación a la talla en madera y realización de maquetas a escala de todo tipo, la mayoría equipadas con motores y mecanismos de todo tipo.

Según señalaba ayer el artesano afincado en Fresno de la Vega, “mis trabajos creativos son muy variados y no sabría destacar por los que me inclino, pues cada uno tiene un atractivo diferentes, aunque la preparación de escudos nobiliarios tallados en nogal, que sigo haciéndolos por encargo, es una de mis debilidades”.

La vivienda de Felipe ha quedado pequeña para albergar más de 3.000 piezas que van, desde tallas de todo tipo y tamaño y modelos a escala de aviones preparados para volar, hasta las figuras articuladas con mecanismos de movimiento de un Nacimiento, pasando por arcos en madera y barcos dispuestos para navegar de hasta metro y medio de eslora y equipados con hasta seis motores.

Fernández comenzó a tallar cuando tenía menos de quince años con una rudimentaria navaja continúa trabajando en varios apartados de gran precisión y señalaba que “la maqueta a escala que más tiempo me llevó fue el barco Victory que capitaneó Nelson en la batalla de Trafalgar, estuve trabajando durante ocho años. Menos aplicación necesité para preparar La Bounty y otros veleros de años posteriores, dedicados en varios casos a viajes de lujo y de gran belleza”.

Con motivo de la donación del escudo tallado de Valencia de Don Juan por Felipe Fernández al Ayuntamiento, artesano y alcalde concretaron una demostración de maquetas navegables en los lagos existentes en la zona de La Isla en fechas aún no señaladas.

Los barcos que se exhibirán al público ya han sido mostrados en varios ríos y pantanos, así como en los lagos de Sanabria con gran expectación.

La Crónica de León, 8 de junio de 2011.





















jueves, 9 de junio de 2011

EN FRESNO SI BAJO EL PARO EN EL MES DE MAYO




No es mala noticia dados los tiempos que corren.  En el mes de mayo salieron de las listas del paro dos trabajadores de los veintidós que había.  Lo malo es que todavía quedan otros veinte sin empleo. 

Y como se puede ver en el cuadro del Instituto Nacional de Estadística, salvo en el tramo de más de cuarenta y cinco años, las mujeres no son las más castigadas.