viernes, 16 de septiembre de 2011

NO FALTA NADA...YA TENEMOS LA XXVIII FERIA DEL PIMIENTO



Cuatro días como quien dice y nos vemos en el pueblo, en la feria, el próximo fin de semana. Esta vez estará lleno de gente bulliciosa venida de tantos sitios, sobre todo de Asturias, y que disfruta recorriendo los puestos de hortaliza en busca de lo mejor. Indecisos porque cuando creen haber visto lo bueno se sorprenden viendo lo excelente. Sobre todo si hablamos de pimientos, de esos pimientos morrones entreverados de color verde y granate, gordos, pesados, los que freimos a fuego lento lento hasta que se consume el agua y dejan un moje espeso, sabroso y aromático que se huele por cualquier calle de Fresno al atardecer, en los que mojamos y mojamos sin reparar en los kilos que ponemos entre agosto y noviembre. Y es que hablar de pimientos es despertar los jugos gástricos, sacar lo mejor de nosotros.
Tanto que alguien, anónimo, suponemos que bien inspirado después de una buena sartenada, en la plenitud del gozo, tuvo un momento creativo y nos dejó la siguiente oda:

ODA A UN PIMIENTO Y CARPE DIEM

Es un pimiento,
no es nada.
Como el momento
que crece, se alarga,
se convierte en un hora.
Crece lento,
en su color se demora.
Y no es nada.
Es solo el tiempo
que pasa, que arranca
las raíces retorcidas,
las que brotan en el alma.
Y mientras, pasa la vida
como el pimiento en su rama.

para él o ella una caja de pimientos:








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