miércoles, 13 de octubre de 2010

DECIAMOS ANTEAYER...

Hecho el repaso de la afluencia, las actuaciones, la hortaliza, los puestos y los visitantes,  es obligado prestar atención a las obras que cuatro artistas locales expusieron para disfrute de todos.  En primer lugar felicitarles por los trabajos  realizados y destacar el talento, el tesón y la ilusión que,  poseen para hacer de estas aficíones parte de sus ocupaciones diarias. 
Cuando tantas veces nos lamentamos de que el pueblo se queda vacío,  que pasado el verano vas por las calles y no hay nadie, decimos que Fresno se muere.  Pues no: resulta muy gratificante ver que hay quien no necesita ir a ninguna parte para realizarse,  que saben hacer cosas extraordinarias y disfrutan con ello.  Ojalá otros se animen y se dediquen a explotar sus talentos.  Quien sabe si lo que hoy es una afición mañana es algo más importante.  Y dede luego es una forma de transpasar límites, sobre todo el del miedo escénico,  y dar vida al pueblo.
Mientras haya gente emprendedora en el campo y para la industria transformadora y quienes hagan del ocio arte Fresno tiene presente y futuro.


Empezando por la exposción de pintura, el orden  es aleatorio sin que tenga nada que ver con la relevancia de la obra,:


la pintora Teresa Alves nos presentó lo último de su obra en la que abundan los bodegones, algunos retratos y dos luminosos paisajes dedicados a las viñas en los que se atreve a figurar varias visiones superpuestas: un lujo de técnica, luminosidad y color.







Teresa junto a sus cuadros.


Compartiendo sala con ella, la obra del pintor, Angel Merino de Valencia de D. Juan , que después de dedicar toda una vida a pintar grandes superficies disfruta su jubilación con los pinceles y las telas de menor dimensión. Predominan los bodegones y las estampas costumbristas entre las que destaca la conversación de dos señoras mayores, reconocidas por algunos de los visitantes, entre otros un sobrino de una de ellas que quiso fotografiarse con el cuadro.







el pintor











Quien no falta a la cita es Felipe que todos los años hace un despliegue soberbio de sus tallas




Pero seguramente lo que más nos llegó a cuantos la pudimos ver,  fué la reproducción  de la iglesia hecha por Felix Morán que ya,  hace dos años, nos mostró la colección de aperos de labranza y maquetas de bodega, de cocina de horno y otras más realizadas por él mismo en escala libre y fabricando todas las piezas que utiliza ya que, según comentó,  no compra material de maquetería, .  Se puede hablar de la fidelidad del modelo, de la finura del detalle,  de la complejidad de dividirla en dos partes para componer minucionsamente el interior y todo será poco para poner en valor la obra.  Felicidades.






Aunque no tenga ninguna foto (Problemas de estatura: no hay que poner las cosas tan altas que no se pueda mirar el visor de la máquina)  hay que mencionar la maravillosa lámina de Jesús González Gigosos con el tema de la torre de la iglesia.

Lo dicho, un lujo que esperamos se vaya repitiendo en el futuro y con más participación que todos sabemos que hay más virtuosos en el pueblo.


No hay comentarios: