sábado, 27 de octubre de 2012

UN POCO DE TODO

Cuando pasa la feria quedan los ecos.  En los días siguientes los periódicos siguen publicando reseñas y la televisión local repite las entrevistas y los reportajes hechos,  todo muy normal.  Lo verdaderamente curioso es que, un mes después,  tanto la feria como los pimientos morrones de Fresno de la Vega, sigan apareciendo  desde en el Journal Officiel de la Comission Europeenne (boletín de Comisión Europea donde se publica el registro de la IGP) a las cartas de los restaurantes: unos  españoles y otros extranjeros, así como artículos de revistas en inglés.  Sin olvidar la pimentada de Supermercados Leclerc y Hortalizas Miro:








También está de moda el ahorro en energía.  No queda otra habiendo subido la luz un 80% desde 2004 y lo que está por llegar en meses próximos.  Pero como dicen los ecologistas "la energía más barata es la que no se gasta"  Por eso es tan importante adoptar las soluciones más eficientes como hacen los grandes consumidores,  cambiando a LED que empieza a no ser tan caro,  sobre todo si tenemos en cuenta que no hay que tocar la red solo sustituir las lámparas. 








Y como esto va "de todo un poco" terminamos con un plano de la estación de Fresno de 1915. Una curiosidad a compartir con todos losamigosdefresno.

jueves, 11 de octubre de 2012

UN RELATO DE LA XXIX FERIA DEL PIMIENTO MORRÓN DE FRESNO DE LA VEGA






Un vistazo a la feria que acaba de terminar y  que empezó con tantas ganas e ilusiones como siempre pero con cierto temor al vacío,  a la falta de afluencia de visitantes en  concreto,  por aquello de la crisis que transmite tanto pesimismo.  Aunque la sospecha estaba presente, desde el primer momento se notaron las intenciones de empujar para alejar el fantasma y, finalmente, los organizadores pueden estar bien satisfechos: las ferias han sido un éxito.  Digo bien: "las ferias".   Porque La Feria del Pimiento Morrón de Fresno de la Vega,  se compone de una serie de acontecimientos ,unos de ocio y otros de negocio, en la que cada uno de ellos es un componente indispensable en el medidor general: puestos de pimientos, visitantes-compradores, peñas, verbena, concurso, pimentada y sondeo de los kilos vendidos.  Cuando este dato parece bueno...no hay duda: éxito total

Siguiendo el hilo conductor desde el jueves 27 de septiembre hasta el domingo 30 veremos como, ya desde la recogida de pimientos, los jóvenes se movilizaron para arrimar el hombro y hacer de ésta una fiesta significativa.  En Fraxino habían pedido que las peñas acompañasen, con disfraces,  a la asociación y al grupo de música mientras hacían el recorrido recogiendo los pimientos donados para la fritada.  La respuesta fue estupenda. Se vieron muchos disfraces.  A las doce de la noche la jarana seguía por las calles del pueblo.




                                                                                                                

























Se desconoce a qué hora terminaron pero el siguiente era día de mucha faena para la gente de Fraxino teniendo que preparar la pimentada del domingo: cortar los pimientos, lavarlos, escurrirlos, preparar las sartenes, el fuego, los mostradores...Faena, faena y mucha faena.
No digamos ya las palizas que se dan los jóvenes ultimando el acondicionamiento de los locales de las peñas: cada año invierten más medios y entusiasmo en limpiarlos, amueblarlos, iluminarlos y equiparlos de bebida y comida, así como en la vestimenta con la que se identifican. Quien sabe si evolucionando, evolucionando, dentro de unos años tenemos alguna  sociedad gastronómica, algún grupo de percusión que nos de la tamborrada,  otros musicales, desfiles con coches locos...en fin como esos que vemos en sanfermines y semanas grandes del norte de España.




 
















Fraxinos y jóvenes echan el resto, pero este día en especial, todo el mundo está muy atareado quitando, limpiando y envasando los pimientos y la hortaliza en general que hay que vender.  Muchos, incluso, van al mercado de León el mismo sábado de la feria pues, como todos sabemos, la hortaliza no puede esperar y cuando hay que darle salida hay que hacerlo sin demoras que valgan.
No salen los puestos este día, pero en muchas casas abren las puertas de atrás y, mientras limpian y envasan, atienden a los compradores que, despistados, se acercan al pueblo pensando que encontrarán pimientos por todas partes.
El viernes, los actos de la feria empezaron a primera hora de la noche con la coronación de la reina y las damas que, como siempre, son las jóvenes que cumplen diecisiete.  


 







Este año: Alexia, Fany y Ángela.  Jóvenes, guapas, muy elegantes y simpáticas. Recibieron la corona y las bandas, los obsequios que les hace el alcalde en nombre del pueblo y atendieron a todas las peticiones de fotos de profesionales y aficionados como auténticas relaciones públicas de la fiesta.  
 
A continuación se celebró un bingo mientras el músico Miguel, verdadero hombreorquesta  quien, por todos los medios y atacando cualquier estilo musical que pudiera sonar, intentó que los asistentes se lanzasen a bailar.  Hay que reconocerle muchísimo mérito porque el personal no estaba por la labor. ¡Vamos! que había poca gente en la plaza, más bien tímidos y desganados, y aunque el hombre se empleaba a fondo, llamando hasta por el nombre a las parejas presentes para invitarlas a mover el cuerpo, ya fuera con salsa, pasodoble o rok...lo consiguió solo a medias.  Lo cual fue mucho conseguir, que hasta el alcalde salió huyendo, y no fue el único,  cuando  Miguel le pidió que saliera al centro a bailar.


Ahora, el sábado ya es otra cosa.  Desde bien temprano hay movimiento, mucha actividad.  Puestos que se arman, mercancía de aquí para allá.  Los de pimientos cercanos a los aparcamientos de coches y autobuses,  en el camino vecinal desde las escuelas hasta donde lleguen.  Por las calles del pueblo todos los demás.  En las casas empiezan a abrirse las puertas traseras...

A primera hora de la mañana todo son preparativos:












la carrilla de los Hermanos de Paz, tambien es una tradición.

























CONCURSO

Como en todas las ferias, en el Ayuntamiento se mostraron los pimientos que concursaban al mayor peso individual, la media docena de mayor peso, las hortalizas de mayor peso (volvió a ganar una calabaza descomunal, pero hubiera ganado igual aunque hubiera sido una birria de calabaza porque competía con tomates  y  cebollas).
Ya no es sorpresa que Félix Morán nos presente los últimos trabajos, la sorpresa es qué nos presenta.  Este año fue una reproducción de la desaparecida iglesia del barrio de arriba.  ¡Menudo valor hace falta para embarcarse en este proyecto con la cantidad de años (más de cincuenta) que hace que desapareció!,  y él por su edad, aunque viva enfrente, no debe tener muchos recuerdos de la misma,  lo que quiere decir que ha tenido que trabajar a base de fotografías (muy pocas debe de haber)  y relatos de personas mayores.  La espectación y la emoción fueron  mayúsculas, particularmente entre quienes la conocieron   y vieron aflorar sus recuerdos.  Reproduce hasta el menor detalle del exterior: accesos,  cementerio, campanario con su escalera, casa del cura y huerto. 
Otro que todos los años nos da una sorpresa (divertida) es Javier Fernández de Paz (Pilotos para entendernos bien).  Anteriormente solía ser un personaje hecho a base de calabazas (cara,  generosas tetas o gran culo) y ropa,  pero este año presentó un artilugio al que muchos llamaron ratonera pero que más parecía una catapulta en miniatura.  Tendrá que aclararlo y si es así, sacar el permiso de armas.


 


Félix comenta su trabajo con Anita y Tasita.


















Este carro es otro trabajo de Félix Morán.




































Azafrán. ¿De Fresno?


Ezequiel Arteaga con la calabaza
























¿Ratonera o catapulta?
Patatas negras de Javier Pilotos.



























Otro de los actos del la feria que despiertan más espectación es la lectura del pregón que, este año, fue a cargo de D. Ramón Gutierrez Álvarez, autor del libro "Fresno de la Vega, anotaciones para la historia de una villa leonesa", gran éxito de ventas.  Como todos los pregoneros, ha querido ser amable con el público que escuchaba teniendo un recuerdo para los acontecimientos especiales que tuvieron lugar en la misma plaza donde se le escuchaba.  Y entre elogios para el pimiento morrón, abordó el tema de la crisis que padecemos, pero con visión optimista  al poner el punto de mira en las cualidades que han distinguido al hortelano de Fresno: trabajo, ambición e innovación.   Perdón, no hacen falta interpretes: mejor leerlo.


                                 PREGÓN DE LA FERIA DEL PIMIENTO


            Señor Alcalde y Corporación Municipal de Fresno de la Vega.
            Autoridades que nos honran con su presencia
            Reina y Damas de la Feria
            Visitantes y vecinos de Fresno.


            Sean mis primeras palabras de gratitud al Ayuntamiento de la villa de Fresno de la Vega y a su Alcalde por la distinción que me hacen designándome pregonero de la afamada Feria del Pimiento Morrón de Fresno, sucediendo en esta hermosa tarea a los muy ilustres pregoneros que me han precedido, todos ellos primeros espadas de la vida pública, de la política, del periodismo y de la cultura. Fiel, pues, a la confianza que me otorgáis, doy comienzo a mi intervención.

            El Diccionario de la Academia dice del pregón que es un discurso con dos significaciones:  para anunciar al público la celebración de una festividad invitándole a participar en ella y también con un segundo significado: Es una alabanza de alguien o de algo, hecha en público. Efectivamente, celebramos hoy la Feria del Pimiento Morrón de Fresno, que ya forma parte de la tradición de este pueblo tras 29 años de celebración ininterrumpida, con la asistencia de muchos miles de visitantes de media España; feria gastronómica distinguida como de Interés Comarcal, que forma parte del Calendario Regional de Certámenes Feriales de Castilla y León, y que gracias a los desvelos de la Asociación Promotora de la Denominación de Origen, ha conseguido la deseada figura de calidad, la Indicación Geográfica Protegida, que tanto prestigio da en los mercados.

            Y si el pregón se hace en el marco incomparable de la plaza mayor de esta villa, miel sobre hojuelas: lo hacemos con la estatua del hortelano como testigo mudo, pero privilegiado del acto, estatua que representa el esfuerzo y arduo trabajo cotidiano de los hortelanos para lograr la extraordinaria calidad del producto estrella de la feria. Y lo hacemos en el mismo lugar donde se pregonaron, entre otros, dos sucesos trascendentales para la historia de la villa de Fresno, como consta documentalmente: el contrato para hacer llegar a este pueblo la presa de San Marcos, el año 1541, y otro acontecimiento: Se habrán fijado ustedes que al citar a Fresno, he insistido, con especial énfasis, en lo de villa. Nunca, en las 29 celebraciones anuales de esta feria, habrá encajado y sonado mejor este apelativo de villa a Fresno que este año, fecha en que se conmemora y celebra con distintos actos la liberación del señorío del Marqués de Valencia y la consiguiente adquisición de la categoría de villa, efemérides que tuvo lugar el año 1712 y cuyos trámites se pregonaron entonces en este mismo lugar. Primera felicitación, por tanto, a la villa de Fresno y sus vecinos, por este tercer centenario.

            Cambio de tercio: Y ¿qué decir sobre la calidad del pimiento de cuatro morros, piel brillante y gran tamaño? Podría detenerme a describir con detalle sus características físicas, vitamínicas, organolépticas, etc., pero este trabajo ya ha sido elaborado por técnicos en la materia, con resultados excelentes.

            Pero prescindiendo de lo que digan los técnicos, en el tema de la calidad voy a apostar por tres argumentos basados en la experiencia:

            -Muy bueno tiene que ser este pimiento cuando lleva cerca de 500 años gozando de los favores del público.

            -Muy bueno tiene que ser este pimiento cuando atrae a este pueblo a tantas personas cada año.

            -Muy bueno tiene que ser este pimiento (y voy a emplear un argumento que los filósofos llaman de autoridad), cuando en Fresno, hasta el cura es hortelano y cosechero, y por cierto, con excelentes resultados.

            Y si esto es así, que lo es, segunda felicitación del pregón: en este caso, al pimiento.

            Y paso al siguiente tercio: Un pregón que se precie de tal, debe tocar algún tema de actualidad. Y la actualidad es, queridos amigos, mal que nos pese, la crisis económica. Y nos ha pillado a todos con el pie cambiado. Pero Fresno ya había reaccionado a tiempo. Y parece que ha tenido presente la frase de uno de los más ilustres pensadores españoles, D. José Ortega y Gasset, que decía: "El progreso no consiste en aniquilar el ayer, sino, al revés, en conservar aquella esencia del ayer que tuvo la virtud de crear ese hoy mejor".

            Así, Fresno ha sabido conjugar el cultivo tradicional de este fruto, con las técnicas modernas y se ha adaptado a las nuevas circunstancias adelantándose a la tan temida crisis, lo cual me hace creer que en esta comarca, en este pueblo, por debajo de cada gorra hay un cerebro.

            El cultivo tradicional del pimiento consistía (y lo digo especialmente para nuestros visitantes), en:

            -Semilleros en eras tapadas con orujo, cuando no había plásticos. Siembra el día del Ángel, el uno de marzo. Riegos con regaderas.

            -Preparación del terreno con caballerías, atajar, cultivar, etc.

            -Arranque de las plantas con cuidado y plantación manual con zoletas.

            -Riegos con agua conducida por madrices hasta los regatos.

            -Cultura del agua: norias, motores Lister, Pivas, Liskas; después los diésel (Campeón, Díter). En los años 90 vino el agua en las canaletas y a partir de 2006 el agua a presión y conducciones enterradas.

            -Recolección con esmero en mandiles y después en cestas (pobres cadriles).

            -Selección de los mejores ejemplares para sacar grana para el año siguiente.

                        Como pueden ver, era un cultivo casi ecológico.

            Hoy en día:

            -Encargo de producción de plantas a viveros

            -Plantación con trasplantadoras

            -Uso de cubiertas de polietileno

            -Riego por goteo y uso de fertilizantes en el riego

            -Introducción de nuevos tipos de pimientos: lamuyos, italianos, etc.

O sea, antes  supieron mantener una cultura del agua y trabajaron con esmero y dedicación. Ahora se han adaptado a nuevas técnicas de cultivo y producen lo que los mercados demandan. Y tengo el presentimiento de que en el aprendizaje, tanto de la cultura del agua como en la perfección de las labores hortícolas, tuvo mucho que ver el contacto, allá por el siglo XVI, con unas gentes venidas de lejos y muy entendidas en temas de huerta. Y estoy seguro de que Fresno, sus hortelanos no olvidarán la tradición que ha dado a este pueblo verdadera fama, conservando la variedad del pimiento morrón, un producto que contribuye a mantener la biodiversidad y además es muy rico para consumir en ensaladas, asado y en conserva.

            Y Fresno también ha hecho los deberes en el tema de la comercialización, dando con ello un ejemplo de lo que es la producción integral: desde siempre dio salida a sus productos hortícolas en los mercados. Y más modernamente, además de las iniciativas particulares, tiene abiertas tres industrias envasadoras y conserveras y una empresa de distribución. Por todo lo dicho, una tercera felicitación para los hortelanos y comercializadores de este producto.

            Y esta serie de felicitaciones no puede ignorar a nuestros visitantes que, como saben que con las cosas de comer no se puede jugar, inteligentes ellos, se acercan a esta feria, entre otras razones, para adquirir el pimiento. Y a fe que el pueblo, su Ayuntamiento, la Asociación Cultural Fraxino, fermento cultural y festivo de esta villa, quedan muy honrados con su presencia.

             Y finalizo. Este pregonero que les habla, venido de las tierras montañesas de Riaño, donde la crisis: minería, trashumancia, ganadería, está haciendo mucho daño, siente una sana envidia, pero a la vez satisfacción, por la prosperidad de este pueblo.

            Sean mis últimas palabras unas rimas dedicadas al pueblo y sus vecinos:


                                               En Fresno está mi querencia,

                                               la de todo el año entero,

                                               Semana Santa que reza

                                               y Carnaval por febrero,

                                               y la feria del pimiento;

                                               todo cabe en mi caseta,

                                               nunca nos sobra lo bueno.
          

            Que pasen un buen día.


Pero, sin duda, lo que da el carácter a la feria y la razón por la que se desplazan tantísimas personas hasta la misma es la oferta de pimientos morrones y al lado de ellos otras clases de pimientos ( quienes vienen saben que pueden adquirir, casi, cualquier pimiento de los habituales en los mercados) y todo un muestrario de la mejor hortaliza. 
Es opinión general que este año la cosecha es buena ya que hizo mucho calor que es lo que pide el pimiento morrón: sol, calor y agua por el pie; por otro lado se da la circunstancia de que no llovió en las semanas previas por tanto el proceso de pudrición es más lento o como decimos nosotros "aguantan más". Resultado:  muchos pimientos, de gran tamaño, buen color y sanos. 
Según el alcalde en la entrevista de televisionleón "se despacharon muchos kilos". 
Vean que hermosura: el mejor marisco del Esla.


Los mejores de Mari Luz

  




 
La sonrisa de Carmina llega directa desde el extremo derecho del mandil.

















Jaminin el sábado
Jaminin el domingo.  Al pie del cañón












Dori nos enseña un buen pimiento, solo que no es morrón.




























 















un día para la nostalgia

































La verbena del sábado fue otra cosa muy distinta de la del viernes donde la pasividad del personal hundió la moral del "prove Miguel".  Esta fue una auténtica verbena, concentró a mucha gente, de todas las edades y con buenas ganas de bailar.  Se llenó la plaza como dicen los taurinos "hasta la bandera" y al ritmo de la orquesta San Francisco (más moderada en watios que las de otros años. Un placer) calentamos la noche hasta la hora de las sopas de ajo, bien picantes, que nos ofrecieron los de Fraxino.  Hacia las tres de la mañana la plaza era un hervidero. Pretender tomar un café o una copa en los bares o en las barras de fuera era bastante difícil si no estabas dispuesto a esperar una buena cola.

 

 


En las del próximo año, que ponga xxx por delante. Porfa.

poco a poco...primera sartenada.



Finalmente, el domingo 30, el día grande, se disiparon todos los temores de que se hubieran desanimado  las asociaciones culturales asturianas que son las que más excursiones organizan.  Quizá pesaban en  el ánimo las desoladoras fotografías que habíamos visto en el periódico La Opinión de Zamora de la feria de Benavente, con esa plaza tan grande y tan vacía. Sin gente y sin pimientos.  Bien es cierto que allí había llovido parte de la mañana. 
Pero a Fresno llegaron muchos, muchos autobuses llenos de excursionistas con ganas de pasar un día de diversión y comprar pimientos.  Treinta y uno contamos a la una y media.  A parte, los cientos de coches aparcados en las zonas marcadas por el Ayuntamiento y en cualquier lugar donde hubiera un sitio.  Y como todos los años, el pueblo entero desde la estación hasta el camino de Cabreros se convirtió en lo que era: una auténtica feria en un día esplendido.  Puestos de pimientos salieron  más que la víspera y de los otros puestos,  muchísimos: desde las escuelas hasta pasados los lavaderos de arriba por un lado y hasta la plaza por el otro además de la avenida de la Constitución,   música de las charangas,  trajín de la gente, la visita de las autoridades a los puestos, la pimentada que es la estrella de la feria, entrega de premios.  Y por la tarde, espectáculo ecuestre en Las Lagunas.
Este es un relato más de la feria, que como se dice: cada uno la cuenta como la vio.  Y  así como en los juegos olímpicos, cuando terminan unos, empieza la olimpiada hasta que se celebran los siguientes, en Fresno empezamos la xxix feriada hasta la xxx feria. Y es que como se trata de un cumpleaños importante habrá que echar el pueblo por la ventana. 

(la palabra feriada se puede buscar en la Fresnipedia.)

UN POCO DE TODO:





 






Los siete magníficos.
















Estatua viviente. Trabajadores de la mina
las nueces por el suelo.


La hora del aburrimiento.




Muchas gracias a Carlos y a Álvaro por prestar sus fotografías.  Sin ellas esto hubiera quedado mucho más pobre.